La fiebre por Katharine McPhee no bastó para darle a la joven la victoria en «American Idol», pero sus fanáticos pronosticaron que la cantante será una ganadora en la industria musical.
«Ocurrirá. Todo lo que ella ha soñado o deseado va a pasar», dijo Leesa Bellesi, una profesora de danza y escritora de Laguna Beach.
«Ella será la próxima Clay Aiken», aseguró Stephanie Miranda, una mesera de Covina que lucía una camiseta en la que decía «Got McPheever?» (un juego de palabras que en inglés significa «¿Tienes la McFiebre?».
Aiken, quien quedó en segundo lugar en el 2003, ha tenido más éxito que el ganador de esa edición del programa, Ruben Studdard.
Entre 300 y 400 admiradores se presentaron el miércoles para apoyar a McPhee, de 22 años, la primera nativa de Los Ángeles en llegar tan lejos en «American Idol», en el Universal CityWalk. Allí, el programa fue transmitido en vivo en una pantalla gigante, y los seguidores gritaban cada vez que la cámara mostraba a la seductora intérprete.
El programa de la FOX se convierte en un fenómeno de masas que va mucho más allá de la televisión norteamericana. La final del 24 de mayo, que siguieron más de 35 millones de estadounidenses, se emitió en un total de 34 países elevando la audiencia estimada a más de 200 millones de seguidores. La productora prepara la primera edición de la versión latina.
