El comediante Michael Richards dijo el domingo que no se considera un racista, y expresó que quedó «destrozado» con los comentarios que realizó a dos jóvenes negros durante una diatriba en un club de comedias de Los Ángeles.
Richards apareció en un programa radial del reverendo Jesse Jackson transmitido a todo el país para pedir disculpas por el incidente. Dijo que sabía que sus declaraciones habían lastimado a la comunidad afro-estadounidense y esperaba reunirse con los dos jóvenes.
Le manifestó a Jackson que no había usado antes un lenguaje racista.
«Por eso estoy destrozado. La forma en que esto me vino fue como un tren de cargas. Cuando terminó, cuando fui a buscarlos, se habían ido. He tratado de reunirme con ellos, de hablar con ellos …», indicó.
Richards, que protagonizó a un vecino excéntrico de Jerry Seinfeld en la serie televisiva «Seinfeld», actuaba en la Fábrica de la Risa de West Hollywood la semana pasada cuando arremetió contra las personas que lo interrumpían con una serie de obscenidades raciales y palabras groseras. Una videocámara de un teléfono celular tomó imágenes y el incidente apareció después en el sitio de la internet TMZ.com.
Según informó la prensa estadounidense, Richards volvió a presentarse al día siguiente en el Laugh Factory sin incidentes. Después, el actor se negó a hablar en cámara con CNN, pero la cadena de noticias indicó que Richards dijo que lamentaba lo ocurrido.
Incluso Jerry Seinfeld emitió un comunicado en el que expresa su «preocupación» por el incidente. «Estoy seguro de que Michael también está preocupado por este horrible error. Es sumamente ofensivo. Me siento terrible por todas las personas a las que haya lastimado», agregó Seinfeld.
Michael Richards es un actor estadounidense que se hizo conocido a nivel popular gracias a su personaje de Cosmo Kramer en la serie de la NBC, Seinfeld.
