En una boda de cuento de hadas adecuada para la realeza de Hollywood, Tom Cruise, de 44 años, y Katie Holmes de 27, se casaron el sábado en un castillo del siglo XV con una lista de invitados en la que figuraban los nombres más importantes del mundo del espectáculo.
La boda fue dirigida según las reglas de la Iglesia de la Cienciología, luego estuvieron de fiesta durante la noche y vieron fuegos artificiales sobre el lago Bracciano. Se casaron en la sala de las armas en el Castillo Odescalchi, flanqueado por escuderos con librea de águilas y leones de la familia Orsini-Odescalchi.
La ceremonia empezó tarde en la noche, en parte porque Victoria Beckham, que aprovechó el programa de la tarde para ir de compras en la tienda Gucci en Roma, se retrasó.
Se estima el coste del evento en más de 2 millones de euros (2,5 millones de dólares). Los trajes de la pareja fueron diseñados por Giorgio Armani, que también creó el ramo de la novia. La sobrina de Armani fue una de las primeras invitadas en llegar a la boda.
Se cerró Bracciano al tráfico durante el evento.
Los detalles de la boda se han guardado en secreto.
