Chloe Marshall decidió inscribirse al certamen de belleza local de Surrey, Inglaterra. Sin embargo, pocas fueron las personas que, de entrada, le dieron su apoyo a la joven de 1.70 metros de estatura y talla 38 DD en brasiere. Tal vez su madre haya sido la única que estuviera de acuerdo.
Finalmente, lo que buscaba Chloe era marcar una diferencia en el mundo de las modelos. “Quería llegar a concursar en Miss Inglaterra para dejar claro que, para ser bella, no es necesario ser alta y esquelética” dijo la chica. “Cuando conocí a las demás participantes me di cuenta que, no importando qué tan bellas fueran, todas eran exactamente iguales”, recuerda.
La modelo, con una talla 46 y 76 kilos de peso, aseguró que ha nacido para posar ante la cámara al tiempo que reconoció que le «gusta» su cuerpo. «La gente parece desesperada y me dice que no soy feliz y que preferiría ser delgada, pero yo no me cambiaría en absoluto», señaló.
Chloe afirmó que se ha tomado este certamen como una forma de dar ánimos y confianza a las chicas ‘curvilíneas’, que creen que con su físico nunca tendría una oportunidad en un concurso de belleza.