La actriz estadounidense Lindsay Lohan fue sentenciada ayer martes a 90 días de cárcel por violar los términos de su libertad provisional por conducir ebria en 2007, informaron fuentes judiciales en Beverly Hills.
A Lohan, de 24 años, también se le ordenó participar en un nuevo programa de 90 días sobre abuso de sustancias, indicó la jueza de la Corte Superior de Beverly Hills, Marsha Revel, mientras la joven estalló en llanto al escuchar la sentencia.
La actriz escuchó vestida de negro a una funcionaria del programa de educación alcohólica, la cual testificó que Lohan presentó excusas para faltar a sus clases, ordenadas por la Corte, por lo cual suman nueve faltas a dichas lecciones.
Entre los pretextos presentados por la actriz estaba la muerte de su tío y también mencionó estar atrapada en Carolina del Norte. «Creo que tuvo nueve ausencias juntas» entre diciembre del 2009 y julio del 2010, dijo en la Corte Cheryl Marshall, co-propietaria del programa Right On.
La audiencia del martes deriva de un arresto por conducir bajo los efectos del alcohol y de la cocaína en 2007. Lohan pasó 84 minutos en prisión ese año como parte de su sentencia y fue puesta en libertad condicional por tres años.
Su carrera, que estuvo en su punto máximo en las películas del 2003 y 2004, Freaky Friday y Mean Girls, desde entonces ha caído abruptamente. Para los 20 años, Lohan ya asistía a las reuniones de Alcohólicos Anónimos y fue a rehabilitación tres veces en 2007.
En octubre pasado, su libertad condicional fue extendida por un año luego de que la actriz utilizara lo que fiscales calificaron de excusas «muy creativas» por faltar a varias clases con anterioridad.
La jueza de Beverly Hills, Marsha Revel, ya había advertido en octubre a la actriz que debía tomarse en serio su libertad condicional, y en diciembre de 2009 dejó en claro que Lohan debía asistir al programa de educación alcohólica semanalmente.