Durante muchos años, uno de los principales objetivos de la lucha de diferentes movimientos feministas por el empoderamiento femenino a nivel mundial, ha sido la igualdad de género para eliminar las diferentes dificultades que profundizan la divergencia que muchas veces puede existir entre el sexo femenino y masculino.
Si bien hoy en día se han logrado grandes avances que han permitido un cambio profundo en la sociedad en cuanto a la igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres, aún hay muchos lugares en los que existe una clara parcialidad hacia las ideas que priorizan las masculinidades, por encima de los derechos de la mujer.
Este tipo situaciones suele dar paso a situaciones de abuso que, de una u otra forma, pueden llegar a afectar gravemente la salud física y mental en una víctima, como ocurre por ejemplo con los cada vez más altos casos de abuso sexual que se registran a nivel mundial.
¿Qué es el empoderamiento femenino?
El concepto de empoderamiento femenino se refiere al movimiento que enaltece y promueve las diferentes prácticas que otorgan un mayor reconocimiento de la mujer en diferentes ámbitos de la vida diaria, así como una autonomía que les permita aportar diferentes ideas para el avance y crecimiento personal y social.
Además, también fomenta la participación del género femenino en sectores importantes para el desarrollo social, como por ejemplo la economía, la política y la educación, alcanzando objetivos que les permita generar sus propios financieros y ejercer un control pleno sobre ellos.
Aunque para muchos estos objetivos pueden parecer algo común hoy en día, debido a los avances que se han logrado en muchos de estos aspectos, aún hay muchos lugares en el mundo en los que los derechos de la mujer son violentados, impidiéndoles acceder a oportunidades de crecimiento básicas para una vida plena y segura.
¿De qué forma afecta la desigualdad de género al empoderamiento femenino?
Mientras que el empoderamiento femenino lucha por un mundo en el que exista plena igualdad para todos, sin distinción de género alguno y diferencias que puedan afectar el crecimiento profesional de la mujer en ámbitos en los que por años se les fue negado el acceso, la desigualdad de género retrasa este importante objetivo.
Este retraso, motivado por normas sociales creadas basadas en el enaltecimiento de masculinidades negativas y opresoras, da paso a diferentes formas de abuso contra la mujer, tales como:
- Abuso físico.
- Abuso verbal.
- Abuso psicológico.
- Abuso sexual.
- Discriminación laboral.
- Violencia económica.
Cada una de estas formas de abuso pueden llegar a causar daños realmente graves en la vida de una víctima, afectando incluso su forma de vivir y relacionarse con su entorno social, a través de trastornos creados por el trauma que puede causar una situación de abuso.
¿Qué dice el empoderamiento femenino a las víctimas de abuso?
Frente a las graves consecuencias que puede tener el abuso en las mujeres que son víctimas en diferentes aspectos, los principios del empoderamiento femenino les puede brindar un mensaje de fortaleza y resiliencia, invitándolas a no quedarse en la posición de víctimas de abuso, sino por el contrario, trabajar en el constante crecimiento personal para así sanar las heridas emocionales que estas muestras de violencia pueden causar.
Diferentes personalidades se han convertido en ejemplo de esta superación luego de traumas tan profundos como los que puede causar un episodio de abuso sexual, tal es el caso de María Trusa, una mujer dominicana residente en New York, USA, quien es sobreviviente de abuso sexual cuando tenía 9 años de edad, y hoy en día se ha convertido en la voz de aliento para millones de víctimas a nivel mundial.
Luego de años de sufrimiento y oscuridad causados por ese terrible episodio que sufrió cuando apenas era una niña, María encontró el impulso necesario para iniciar un proceso de sanación personal en el que logró superar el trauma y trabajar por el cumplimiento de cada una de sus metas de vida.
De esta forma, a través del empoderamiento femenino, las víctimas de abuso pueden encontrar ese estímulo para superar las barreras que puede generar un caso de abuso en la vida, y así trabajar constantemente para sanar mentalmente y alcanzar objetivos personales que permitan un crecimiento personal, profesional y espiritual.
