En el último año, la industria de maquillaje de lujo creció exponencialmente en Francia. Esta región, referente mundial en el cuidado del cuerpo y make up continúa marcando tendencia, aportando innovaciones tecnológicas al boudouir de hombres y mujeres año a año.
Si bien el maquillaje continúa presentando novedades todo el tiempo, el sector de cremas para el cuidado del rostro ya un sector que le presenta pelea cada vez más firme.
Maquillaje, la eterna juventud
La promesa de juventud eterna, el sueño de mantener el rostro impoluto más allá de las inclemencias diarias ya sea en el día a día o en una fiesta o simplemente por gusto y cierto fanatismo por el cuidado, convierten al maquillaje en una fuente inagotable de ideas, productos y ganancias en el mercado.
Francia continúa marcando tendencia en moda y maquillaje hace décadas. Las pasarelas parisinas son las más esperadas, no sólo en el rubro de la moda sino para los ojos del resto del mundo. Durante años, este país ha sabido imponer novedades y evoluciones en el campo de artículos de lujo como los perfumes. Se sabe que el origen de los perfumes deriva de la Francia medieval y con el pasar de los años, estos artefactos impuestos por la Realeza llegaron hasta el uso cotidiano. Si bien hoy en día, casi toda la población tiene acceso a los mismos, la industria aromática se sabe imponer y llegar al público más pudiente con artículos de lujo.
La cosmética en crecimiento
La cosmética se convirtió en el segundo sector más rentable de la industria francesa, y se prevé que para los próximos años se convierta en el primero. Esto en principio se debe, por un lado, al marketing y la comunicación. Si bien las marcas francesas poseen un peso propio que les brinda reconocimiento en el mercado, las campañas distinguidas y estrategias que incluyen a las figuras del momento son una excelente manera de mantenerse vigentes en un mercado igual de exigente que sus consumidores y estándares de productos.
Se dice que año a año, las marcas más lujosas del segmento presentan sus lanzamientos en Mónaco, conocida también por la cantidad de eventos de primera línea que aloja. Además, las marcas francesas ya de por sí venden por esta característica. Las mismas, tienen sus plantas en el conocido “Valle cosmético”, una región compuesta de 4 lugares en donde se originan estos productos. Su ubicación no está determinada azarosamente, ya que de allí toman materias primas de lujosa calidad, como puede ser el diamante, el caviar e incluso el oro. A través de estos elementos, logran esa distinción que los diferencia al momento de comunicar.
Una amplia gama de productos para más consumidores
La clientela de las marcas francesas de cosmética se enfocan, por un lado, al consumidor francés. El mismo, cuenta con opciones y ofertas de todo tipo. Acostumbrados a poseer calidad de exportación, pueden elegir entre una amplia gama de productos. Sin embargo, la clientela fuerte está en el exterior, en el mercado internacional. La clave es principalmente, darse a conocer a esos consumidores acostumbrados a viajar asiduamente. Ellos, saben más que nadie, que la excelencia en el mundo de la cosmética se encuentra en territorio galo. Por otra parte, también hay canales de distribución de lujo para penetrar en mercados lejanos a la Costa Azul como Brasil e incluso, China.
Por último, otra forma de llegar al consumidor acostumbrado al lujo es a través de los espacios que pueden frecuentar en sus regiones. A través de negocios de primera calidad, como avenidas distinguidas e incluso, en hoteles y spa de standard premium, también dan a conocer sus productos.
Ahí, el sampling juega un papel importantísimo. En los hoteles de 5 estrellas podemos encontrar pequeñas demostraciones de estos productos de lujo: cremas, fragancias concentradas. Para el público acostumbrado a estos sitios, lograr reconocer la marca de esta forma es el primer paso a dar para generar un potencial comprador, ya sea en su territorio o viajando hasta Francia.
